En mi mundo ideal, las bodas las organizarían los
novios. Los wedding planners serían ellos mismos, involucrados en cada detalle,
imprimiéndole su personalidad a cada decisión. Así cada fiesta fuera única e
irrepetible y no existieran fiestas “típicas” o “clásicas”. Todas las
celebraciones serían divinamente diferentes
Decidimos casarnos en Miami. Antes de que yo misma pudiera
asimilarlo, tomamos la decisión que consideramos más apropiada. Todo el mundo
opinó, unos para bien, otros para mal. Pero la elección estaba hecha y no había
consideración alguna para cambiar de opinión.
Por un lado, estaban los enrollados. Pero, ¿por qué Miami?.
Es un rollo salir del país por el temita de los boletos. Chama, yo no tengo visa. Berro, ¿en
navidad?, no va a ir nadie. Por el otro, estaban los relajados. Qué éxito yo pensaba
pasar navidad allá. Chica qué maravilla, yo a Venezuela no quisiera ir. Tomaste
la mejor decisión, en Miami podrás organizar la boda de tus sueños.
En fin, como buena oyente, escuché a todo el mundo, y
después de reflexionar acerca de nuestra decisión, logré resumir las razones y
las expongo a continuación:
- Para nosotras las mujeres, el matrimonio es el
proceso más emocionante y divertido de organizar. En teoría todas soñamos con
este día desde que nacemos y en el fondo todas tenemos algo de Susanita. Pues
bien, no es secreto para nadie la situación actual de mi país. Esto se ha
convertido en un big “Esto es lo que
hay”. Al final aquí no consigues lo que quieres, sino lo que se puede y me
negué a organizar mi fiesta, el día más importante de mi vida, en un país donde
quizá unas semanas antes no haya azúcar para hacer los postres, no haya harina
para las arepas de madrugada, o peor aún, que haya una protesta y me monten una
guarimba en la puerta de la casa y ni el DJ ni mis invitados puedan llegar.
Punto.
- La segunda razón es que mi futuro esposo es
americano y por temas legales, casarnos allá es mucho más fácil a nivel de
papeles. Además, Víctor le pidió a su gran amigo y compadre –abogado y notario-
que nos casara por el civil y esto tiene un valor inigualable para mybaby.
- La tercera razón, y muy importante, es que la
mitad de mi familia vive afuera del país –y prácticamente todos los amigos de
Víctor-. En mi caso, para mis familiares es más fácil viajar a Miami que venir
a Venezuela, donde estarían paranoicos con la inseguridad y además no se
consiguen boletos de salida. Mi hermano mayor vive en Cancún, mis primos
hermanos en Orlando, mi mejor amiga en Panamá, mi prima y parte de mi cortejo
en Aruba; básicamente todos ellos me agradecieron no hacerlo en Caracas.
- Finalmente, el tema de los boletos es bastante
relativo. Creemos que el que busca encuentra. Mi novio siempre bello y generoso hasta le
prestó su tarjeta de crédito a mis amigas para que compraran sus pasajes y
además estamos seguros que las personas que realmente nos importan, harán el
esfuerzo por ir. Hacerlo afuera también nos evita el tema de invitar a personas
por compromiso –cuestión que si nos casáramos en Caracas no hubiéramos podido
evadir-. Adicionalmente es una oportunidad maravillosa para reunir a toda la
familia en un mismo lugar, porque con el tema de que ahora somos una familia de
emigrantes, por lo menos esta navidad nuestro matrimonio será motivo de alegría
y de reencuentro.
En fin, estamos seguros que tomamos la
mejor decisión y desde que nos comprometimos hemos sido un equipo excelente
organizando la boda, aunque sea a distancia. Debo admitirlo, amo cómo Victor
se ha involucrado en cada detalle –menos del vestido, claro-. Definitivamente
organizar un matrimonio en un país donde lo difícil es decidirse debido a la
cantidad de opciones, es el sueño de toda mujer.
Me animé a escribir este artículo porque
organizar la #powerbabieswed ha sido un proceso de disfrute infinito. En unos
años, me encantaría recordarme de todo y
definitivamente el blog es una herramienta que salvaguarda las memorias.
Además, si hay algunas novias que se estén perdidas en esta faena, quizá esto
pueda ser una suerte de guía práctica para organizar una boda a distancia, y no
morir en el intento.
8 meses antes
Fecha
y locación:
No
teníamos ni 24 horas de habernos comprometido y ya habíamos decidido la fecha.
Lo celebraremos el 20 de diciembre del 2014. Pero chama, eso es ya, ¿por qué
tan pronto?. No, no es pronto. Organizar una boda en un país donde consigues
todo lo que buscas, es un alivio. No necesitas 12 meses para reservar un grupo
de música, una iglesia o una locación para la fiesta. Todos estos ítems, te
caen encima. Además, yo amo la navidad, tiene un ne sais quoi que pone a la gente contenta. Así que perfecto.
Sobre la locación pues también nos
salió de maravilla. Los compadres de Vic tienen una casa ESPECTACULAR –en
mayúscula- en Coral Gables. De verdad, no les exagero cuando les digo que es
increíble y tiene un jardín perfecto para colocar las mesas. Además tiene otro
espacio ideal para la pista de baile.
Siempre soñé con un “Garden
Wedding” y la verdad nunca he sido amante de celebrar las bodas en salones
cerrados dentro de cuatro paredes. Amo el contacto con la naturaleza y como buena
fotógrafa sueño con casarme de día porque detesto el flash. Así que será una
boda tipo “country”, en un jardín, at
daylight. La locación no podía ser más propicia. Horst y Luisa cariñosamente
la pusieron a nuestra disposición y no existen palabras para agradecerles tanta
generosidad. Locación, check.
¿Iglesia?
Not for us
Estudié en un colegio católico. Fui
bautizada y me confirmé. Creo en Dios y en su poder misericordioso. Pero no soy
una mujer de iglesias. Sinceramente, nunca he entendido muchos dogmas y siempre he
creído que Dios vive en mí y no en un recinto en particular. Sin embargo, por
temas de complacencia, hicimos la diligencia de ir a varias iglesias para
averiguar los trámites del matrimonio.
Tal y como lo imaginé, salimos
pateados. En Estados Unidos, como podrán imaginar, hasta casarse es un negocio.
Si no vives en la parroquia donde está la iglesia y no estás inscrito como feligrés para
diezmar, pues “lamentablemente no podemos aplicarle el sacramento”. WTF?, ¿no se supone que la iglesia es
universal?, ¿Dios no nos ama a todos?. Ah, entiendo, como no vivo en una
mansión en Coral Gables no me puedo casar en la iglesia de esta zona. Claro, se
me olvidaba lo clasistas que podían ser estos curas.
Esto nos pasó en tres iglesias, y yo
estaba súper decepcionada. Quesi había que pedirle permiso a la iglesia de
nuestra parroquia, quesi no podían garantizar que el cura hablara español, y
así un montón de “peros” que nos hacían huir despavoridos. Pasamos todos estos tragos
amargos hasta que le dije a mi novio: mira, ¿tú sabes como es la cosa? No nos
vamos a casar por la iglesia un carrizo, vamos a buscar un cura light que bendiga nuestra unión en la
misma casa donde celebraremos la fiesta y ya. Y con su sonrisa de aprobación
nuevamente confirmé por qué elegí el hombre correcto para pasar el resto de mi
vida.
Así que buscando en internet
conseguimos al Padre Ricky, un pastor de la iglesia católica y apostólica mas
no romana –no creen en la autoridad del papa-. Básicamente es lo mismo, tienen
iglesia y dan misa, pero su congregación permite que los curas casen afuera del
recinto religioso. Perfecto, eso es lo que los #powerbabies queríamos. Además,
podemos elegir las canciones que queremos escuchar y cambiar el orden de la
ceremonia a nuestro gusto. Desde mi punto de vista, that´s the way all the ceremonies should be. Así que tendré una
“wedding garden” de verdad verdad y nos casaremos bajo el cielo, rodeados de
árboles, escuchando la música que nos gusta y acompañados de la gente que nos quiere. Más perfección no existe. Ceremonia, check.
Las
memorias: fotografía y video
Una vez seleccionada a fecha, la locación y la ceremonia eclesiástica me dispuse muy enfocada a buscar al equipo que guardaría ese día para siempre. Soy fotógrafa así que le invertí muchas
horas y dedicación a buscar la mejor relación precio-calidad. Pedí no menos de 12 presupuestos, revisé más de 3 docenas de
páginas webs, leí referencias, hice todas las diligencias. No quería el típico
estilo de fotografía clásica, quería algo creativo y preferiblemente un equipo
latino –aunque los americanos sin duda tienen mucho talento, yo quería
entenderme con ellos en mi idioma-.
Después de analizar muchas
propuestas y decepcionarme por los precios –todo súper costoso- di con Al Agua.
Al Agua es una empresa venezolana de servicios audiovisuales cuyo equipo es de
los más talentosos que conozco. No hay video de estos chicos que no me
conmueva. Tienen las mejores cámaras, utilizan los mejores ángulos, la música
es fabulosa y la edición se realiza con mucho cuidado.
Cuando me reuní con ellos no dude ni 1 minuto en trabajar
con ellos. Además hace poco abrieron la empresa en Miami así que mi boda
también es una puerta para incrementar su portafolio en Estados Unidos. Todos
son simpatiquísimos y su estilo fotográfico artístico es lo que estaba
buscando. Firmamos contrato y check.
7
meses antes
Engagement
Party
Ya en Caracas, después de nuestro
fabuloso viaje en Perú, comenzamos la organización de los miles de detalles de la boda a distancia. Mi novio en
Miami y yo aquí, abrimos una carpeta compartida en Dropbox que contenía 3
subcarpetas: Engagement Party, Matrimonio civil y Ceremonia/fiesta. Allí vamos colocando información
sobre proveedores, presupuestos, fotos con referencias y los prints
screen de los pagos que vamos haciendo. Me encanta que ambos seamos tan
proactivos y organizados.
Primero lo primero. Tenemos que
anunciar formalmente nuestro compromiso. Ya por Facebook se había enterado
media Latinoamérica y nuestras fotos tenían 211 "likes" pero no podíamos evadir lo esencial: nuestras familias se
tienen que conocer. Así que decidimos organizar un “Engagement Party” en el
lugar donde nos conocimos: Sojo, en Galipán. Estábamos felices, era como una
pre-boda pero en Caracas, así que podríamos invitar a todos los que
lamentablemente luego no nos podrían acompañar en Miami.
Queríamos hacer algo original, así
que empezamos a darle vueltas a la cabeza. Y entonces dimos con el tema: vamos
a ambientar todo como si fuera un viaje. Claro, a los #powerbabies nos encanta
viajar y además nuestra boda es un “destination
wedding”. Perfecto.
Me dispuse a buscar muchas ideas en
Pinterest y en revistas de novias y se me ocurrió diseñar unos boarding pass como Save the date cards. Pensé en diseñar una aerolínea con los colores
con los que siempre imaginé a mi cortejo y mi hermano Ramón, un genio
diseñando, llevó a la realidad todas estas ideas. Él creo el logo de
Powerbabies Airways, diseñó los pases de abordaje y además, con todo el tema de
que nos lanzamos al agua, se le ocurrió la idea de mandar a bordar unas
toallitas con el logo para que los invitados “se secaran con nosotros”. Todo
quedó hermoso.
Decidí que ese día nombraría a mis
bellas madrinas y a mis lindas testigos de honor. Mis mejores amigas, a las que
elegí para que me acompañaran ese día tan importante, merecían un nombramiento
original, digno del valor que tienen en mi vida. Así que se me ocurrió crear
unas bandejitas de avión –como las que usan para servir la comida- y dentro de
unas galletas de la fortuna les escribí el proposal
(personalizado). Busqué en internet cómo hacerlas, y aunque la textura no
era óptima, cumplieron su función y mis amigas agradecieron el gesto.
Le edité un video a mi novio con
videos y fotos de nuestros viajes y aventuras. Contratamos un DJ y le pedimos
dos pantallas para proyectar fotos nuestras durante toda la velada –luego
pasaríamos el video, que él no se lo esperaba-. También mandamos a hacer una
súper torta en forma de maletas vintage
y todos los parches eran ciudades a las que mi novio y yo hemos visitado
juntos.
El 25 de mayo fue el día de la
fiesta y la pasamos increíble. El día estuvo hermoso, nuestras familias se conocieron
y se creó una vibra súper positiva. Todos nuestros invitados asistieron,
disfrutaron con el video, nos dieron con cariño sincero sus mejores deseos para
esta nueva etapa –y lo escribieron en unas paleticas de helado que dejamos en
la entrada-, bebieron y comieron hasta saciarse. Estábamos felices y ellos
también. Por aquí algunas foticos de ese día.
Familia Faría |
Con las suegras |
Los primos |
Amigas UMA |
Familia Manzanares |
Los Bonis: invitados especiales y testigos de nuestro civil |
Mis testigos de honor |
La
Música
Los #powerbabies aún no estamos seguros si queremos contratar un grupo
de música en vivo. He ido a muchas bodas donde estas bandas resultan ser un fraude,
desafinan y son cero animados. Así que mientras decidimos si haremos ese gasto o no,
nos dispusimos a buscar un buen DJ.
Como se podrán imaginar, en Miami
hay 20.000 opciones. Pero nos hacíamos la pregunta: ¿sabrán cómo animar una
fiesta de venezolanos? Al final no es lo mismo mezclar en una discoteca donde
van puros americanos que colocar música en una fiesta venezolana donde la
energía es diferente.
Definitivamente cuando se tiene
buena energía todo sale bien. Conseguimos un DJ VENEZOLANO, súper recomendado
por varios amigos venezolanos que viven en Miami y que tiene buena fama por
mantener a los invitados bailando toda la noche. Además es súper abierto y uno le puede mandar
un playlist con lo que queremos
escuchar y él se encarga de lo demás. Lleva todos los equipos, luces y hasta
micrófonos. Una maravilla chico, DJ, check.
Furniture
y decoración
Yo tenía clarísima la idea para la decoración la
boda, de pies a cabeza. Mi prima Gaby, quien también formará parte de mi
cortejo, la entendió perfecto y se convirtió en mi wedding planner virtual: ella desde Aruba me buscaba los proveedores y yo hacía
filtro y los contactaba. Así funcionamos perfecto, ella consiguió como ocho y
Victor y yo seleccionamos tres.
En un viaje veloz que hice a Miami
para reunirme con los vendors,
visitamos a estos tres proveedores de mueblería. Todos espectaculares, las
dueñas simpatiquísimas, con todos queríamos organizar la fiesta, pero claro,
hay un presupuesto y la plata manda. Así que después de recibir los tres
presupuestos y analizar los pro y los contra de cada una, tomamos la mejor
decisión. La mejor noticia es que por un fee
adicional, esta misma gente se encarga de la decoración así que mejor
imposible. Check, un ítem menos en la lista.
El
vestidooooooooo
Para las mujeres que estén leyendo este artículo, sabrán
que esta es la parte más divertida de la historia. Para mí lo fue. Al principio
un gran amigo de Víctor, afamado diseñador, me iba a hacer el vestido. Después
por varias circunstancias se complicó el asunto así que mi mami y yo decidimos
hacer cita en Pronovias y Rosa Clará para ver diferentes opciones.
Les cuento que yo tenía en mi cabeza muy clara la idea de
cómo quería mi vestido. Tenía no menos de 35 fotos, diferentes tipos de tela,
varios ángulos y hasta cómo debían ser los sarcillos para ESE vestido. Pero
esta es la parte divertida. Cuando vas a una tienda de vestidos de novia y te
pruebas diferentes modelos, puede resultar que te enamores de alguno que nunca
imaginaste. Así pasó.
Llegué a Pronovias un martes a las 10 a.m. como lo indicaba
mi cita. Me acompañaba mi mamá y una de mis mejores amigas, Pao pao, quien
también forma parte de mi cortejo. Me recibieron como una princesa y me
sentaron frente a una Imac para pre-seleccionar todos los vestidos que me gustaran.
Reconozco que me mostraron unos 45 y sólo me gustaron 8 –soy cero clásica y todo me parecía ya visto, ya usado y aburrido-.
Finalmente de esos 8 debía seleccionar sólo 5.
Pasé a un vestidor perfectamente diseñado para sentirse hermosa, donde la luz es tan tenue que te ves flaca y sin celulitis. Allí una
chica súper amable se dio la tarea de probarme cada vestido y con unas súper
pinzas los ajustaba a mi medida –los vestidos de prueba son talla XXXXXXL-.
Cuando estás lista con el vestido ajustado a tu cuerpo, sales al encuentro de
tus acompañantes y te encaramas en una tarima que te hace sentir más diosa y
poderosa, con otra luz que elimina virtualmente los defectos de tu piel y te
hace sentir perfecta y espejos por todos lados.
Mi mamá no fue de gran ayuda, todos los vestidos le encantaban. Cristi
qué bella, este es el vestido. Hija por Dios, éste es. Ay no no no, mejor éste.
Cristi, ese eres tú. En fin, mi amiga Paola resultó ser más objetiva y se
dedicó a tomarme fotos con todos para luego analizarlo con la cabeza fría. Ya
llevaba 4 vestidos y ninguno era para mí, todo muy clásico, como lo que siempre
he visto. Yo quería ser diferente, quería que mi vestido se pareciera a mí.
Entonces me probé el quinto y último vestido. Cuando me ví me dije a mi misma: éste eres tú. Mi mamá dice que cuando salí a su encuentro
me brillaban los ojos. No podía imaginar algo más parecido a mi personalidad.
Además tenía 40% de descuento y sólo quedaba uno. Si hubiera sido por mí lo hubiera comprado
ipso facto, pero me faltaba ir a Rosa Clará así que lo reservamos por 3 días y
un par de días después fuimos a la otra tienda.
Rosa Clará es una diseñadora de vestidos de novias y su tienda abrió hace un par de meses en Caracas. Aquí sólo me gustaron 4 vestidos
para probarme y sólo uno robó mi corazón, hasta que vi el precio. Realmente
esta tienda es para otros presupuestos, es súper costosa. Igualmente ya estaba
enamorada de mi vestido de Pronovias y ese día se me vencía la reservación del
vestido. Le dije a mi mamá que fuéramos de inmediato a comprarlo.
En Pronovias volví a probarme el vestido y me gustó aún
más. La modista me tomó las primeras medidas para ajustármelo y cuando fuimos a
pagarlo nos recibieron con una copa de Champagne deliciosa. Así es que da
gusto. Además se puede pagar en cuotas y con tarjeta de crédito. Un éxito total
y rotundo. El vestido, check.
Ya nos acercamos a los 6 meses y seguimos organizando
cosas. En realidad, organizar una boda a distancia no es para morirse si eres organizado y puedes escaparte un par de veces a reunirte. Ya tenemos la idea del atuendo de nuestros testigos de honor, el catering, la paleta de
colores para las flores, la idea de las invitaciones y otros detalles. Todo esto se los iré
contando en próximas publicaciones. Así que… continuará :)