lunes, 25 de agosto de 2014

365 DIAS PENSÁNDOTE, AMIGA



Amiga, ¿cómo te va en el cielo? Seguramente ya te hiciste amiga de todos los ángeles y montaste una sucursal para cuidar a toda la gente que te ama aquí en la tierra. ¿O quizá tu propia academia de baile? Seguro te va de maravilla, o al menos yo intento creerlo así, para evadir la idea que mañana se cumplen 365 días de tu partida, de los cuales no ha habido uno solito en el que yo no haya pensado en ti.

            Es cierto Cholita, tú pasaste de vivir CON nosotros a vivir EN nosotros. También sé que me dejaste grandes aprendizajes y que mucho de lo que soy te lo debo a ti. No se me olvidan tus consejos, nuestras largas conversaciones de madrugada con una Smirnoff en mano, los sueños que construimos pero que nunca se concretaron  y tus abrazos sinceros de hermana mayor, con los que me recordabas que todo estaría bien.

           Pero sigo sin entender tu partida, tu abrupta partida. Durante 12 meses he intentado entenderla, darle un sentido, buscarle el “supuesto” mensaje. Pero no, sólo encuentro un vacío. He perdido el juicio replicando los momentos contigo en mi cabeza, ya nuestras fotos me las sé de memoria, tus coreografías las repito con los ojos cerrados y tus sonrisas están tatuadas en mi corazón.

Me duele hasta el último poro recordar el 26 de agosto del 2013. Estaba tomando fotos en un plan vacacional, tal y como lo estoy haciendo este año, en la misma locación. Quedaban pocos días para regresar de tu viaje y ya tenía preparada una presentación Power Point para organizar In Motus, nuestra In Motus. También aclararíamos temas administrativos con Fotomov para que pudieras seguir siendo socia sin estar tan encima como yo. Tú te dedicarías a In Motus, yo a Fotomov y nos brindaríamos apoyo. Íbamos a formar un imperio –hahaha- pero ese día ese sueño se convirtió en un frágil castillo de arena.

Y entonces Gema escribe en el grupo de Punto XV que habías fallecido. Gema, con eso no se juega. Cristi, yo jamás jugaría con eso. Es imposible, hablé con ella ayer por Whatsapp. Aún no se sabe qué le pasó, pero falleció –carita triste-. Recuerdo que estaba hablando con los organizadores del plan vacacional de lo emprendedora que eras Cholita. Les decía con orgullo que habías montado tu propio plan vacacional y te había ido buenísimo, que habías estado súper full de niños durante 4 semanas. También les conté que estaba feliz de tenerte como socia y que andabas de vacaciones en Argentina con tu mejor amigo. La noticia fue un balde de agua fría.

Me paré de donde estaba y todo alrededor se volvió gris. No escuchaba a nadie, no veía a nadie. Recuerdo que le escribí a mi prima Andrea con quien te habías visto en Santiago de Chile unos días atrás, antes de llegar a Argentina. Quería que me lo negara, que me dijera que era una broma de mal gusto. Prima, ya Xioly no está con nosotros. Nunca había deseado tanto que me mintieran Cholita, quería despertarme de esa pesadilla.

A los pocos minutos recibí la llamada desesperada de Vivian. Vivian fue muy fuerte mi Xio, si yo perdiera un hermano de sangre no sé cómo reaccionaría, ella fue una piedra de soporte muy importante para Moraimita. Cristi, necesito saber, urgente, si Xio tenía seguro de viaje. ¿Qué? ¿ah? Vivi, yo… no… sé… ¿qué paso Vivi? No entiendo nada –llanto-. Cristi no sabemos aún, ayer le dolía la cabeza y la llevaron a la clínica, no sé bien. Ay vivi, ¿qué puedo hacer por ti? Cristi haz memoria –sollozos- ¿tenía seguro?. Vivi, no sé, perdón. Trancamos la llamada. Estaba aturdida. No me despedí de los organizadores. Me monté en mi carro y comencé a llorar desconsoladamente. Morir así Xio, debería ser ilegal.

Mami, Xio murió Mami. ¿Qué? Hija, no puede ser. Mi mamá comenzó a llorar del otro lado del celular. Xio, mi mami te quería mucho. Las dos lloramos mucho. Me prohibió manejar, me dijo que ella me buscaba. Pero yo no quería seguir allí, quería abrazar a alguien, quería que alguien me explicara el por qué. Manejé lento. Le avisé a mi novio Xio, nunca pudiste conocerlo como mi novio y lo lamento tanto. A él también le dolió mucho, sabía cuánto te quería. Qué dolor tan grande.

Llegué a la oficina. Michelle me recibió en el carro y nos abrazamos como 10 minutos. Pocas veces he llorado tanto Xio. A ese punto todo era surreal, una gran mentira, un mal sueño, una injusticia. En la oficina estaban Ale y Caro, con pena me dieron el pésame y no sabían ni qué decir. Comenzaron las llamadas. Tú no merecías morir Xio, no tú, con tantos sueños y proyectos, tan querida por todos. Fue una patada en la cara.

Mi hermano mayor llegó en moto a mi oficina. Él no es lo más expresivo conmigo, pero todo el mundo estaba afectado. Tanhee, su esposa, también sufrió mucho por Vivian. Yo no quería hablar con Moraima, sentía que lo que menos quiere una madre es que la estén llamando para darle el pésame. Mi luto era tan grande que ni yo estaba para hablar. Buscaba mil explicaciones Xio, yo quería entender. No saber la razón científica de tu partida me generaba mucha ansiedad. Ya te habías ido, entonces quería dentro de mi ser pensar que había sido por un accidente, algo fortuito que nos podría pasar a cualquiera. No quería que fuera alguna enfermedad.

Después de secarme por tanto llorar, decidí ser útil y avisarle a las personas a quienes querías. Me puse a la orden con Vivian, le escribí a Margarita –wow Xio, tu tía también estaba demolida- y bajé al Santo Tomás de Villanueva a avisar. Unos días más tarde te organizaría unas misas de novenario en el mismo lugar. Ese día organicé un rosario en mi casa para rezar por tu alma. Asistió mucha gente Xio. Después de llorar, llorar mucho, cada uno te recordó con una experiencia bonita contigo y en algunos casos hasta nos reímos de tus ocurrencias.

La semana que esperamos tu cuerpo pasó muy lenta y gris. Para mí, ningún día salió el sol. Se me quitaron las ganas de sonreír y trabajar. Logré hablar con Moraima pero me sentí peor. No soy madre, pero no debe haber dolor más grande que perder un hijo. Las palabras son escazas Xio… haberte conocido fue una gran alegría, pero la herida de tu partida ha sido muy profunda. Me siento muy egoísta, porque es un asunto de ego que tenemos los seres humanos al querer retener algo que no nos corresponde. Lo sé. Pero aunque sabemos que la vida es pasajera, ninguno está preparado para la muerte.

El día de tu velorio Xio, comprobé lo grandiosa que eras. La capilla estaba a reventar. Fuiste profesora de muchos, amiga de demasiados. Te cuento que hasta vi algunos enemigos, en el fondo igual te querían amiga. Debo confesar que aunque estaba un poco más tranquila, ver a Moraima me rompió el corazón. Sentí que se aferró a mí como si yo tuviera conmigo un pedacito vivo de ti. Yo le devolví el abrazo con cariño, al final, yo me llevé el honor de abrazarte por última vez antes de tomar tu taxi vía el aeropuerto. Con ese abrazo, le regalé el que tú me diste a mí antes de tu viaje.

Omar se comportó a altura y Vivian llevaba una fortaleza increíble. Mandaron a hacer franelas con tu nombre e imprimieron postales con una hermosa foto tuya –esa franela la llevé unas semanas después al concierto de Beyoncé Xio, al que íbamos a ir juntas-. Todo el mundo se hacía mil preguntas, se respiraba mucha tristeza amiga. Qué duro para tu familia pasar por esto.

Allí tus hijos de Punto XV comenzamos a planificar lo que sería tu homenaje mi Xio. Todos estábamos claros que no podíamos dejarte ir sin entregarte un poquito de lo mucho que tú nos enseñaste. Siempre fuiste talentosa y ganadora, y nos llevabas a tarima con entusiasmo, posicionándonos siempre en el cuadro de honor. Tú fuiste mi verdadera profesora de baile, un homenaje era lo mínimo que podíamos hacer por ti.

Nos pusimos de acuerdo y fueron 3 meses de muchos ensayos. Continuamos en mi gimnasio e Ímpetu y Pentagrama también nos cedieron sus espacios. Fue un trabajo en equipo muy bonito Xio. Cada uno se aprendió una coreografía inventada por ti y hacíamos las veces de profesor cuando nos tocaba. Aunque al principio sentíamos mucho dolor, ese sentimiento migró a alegría porque estábamos trabajando juntos por y para ti. Los ensayos se convirtieron en momentos de risas, chistes, como  eran cuando estabas tú. Te imitábamos y nos burlábamos de ti –hahaha, sorry- y se unieron bailarines que por un tiempo se habían alejado de ti.

Tu mami, con entereza y constancia, nos ayudó a organizarnos y a buscar los vestuarios que faltaban. Tu tía Margarita llevaba puntualmente a tus primitas a los ensayos. Julián corría después del teatro para llegar a tiempo. Edison creó la mezcla base para ensayar. La Shina se venía temprano de Maracay. Fido y David se aprendieron todos los bailes perfecto. Las Bedoya practicaron sus piruetas y no faltaban a casi ningún ensayo. Gemita cuidaba que todos asistiéramos y que todo quedara lindo. Daniel salía corriendo de clases y Fer también se unió con la mejor disposición. Héctor se aprendió el Hombre de Hojalata (aunque él no pudo participar en ese DAM). Miguel nos pulió muchísimo y buscó todas las maneras posibles para movilizarse. Yo mi Xio, aunque sé que me hubieras matado por eso, le pedí a Edward que nos hiciera la mezcla y él la hizo con todo el gusto y además quedó bellísima. También te edité un video que hizo llorar a muchos, pero que expresa de la mejor manera lo que tus hijos de Punto XV sentíamos por ti. Trabajamos en equipo como nunca, todos sentíamos que tú desde el cielo nos iluminabas para lograr un excelente trabajo.

Ímpetu nos cedió el opening de su espectáculo “Yo amo Venezuela” para presentar tu homenaje en diciembre del año pasado. Después de muchos ensayos logramos dar lo mejor en tarima. Todo quedó hermoso y muy conmovedor. Daniel dio unas palabras muy emotivas y tu video ablandó el corazón de muchos espectadores. Moraima nos llevó flores, como tú lo hubieras hecho, y Rider también estuvo en el espectáculo y nos felicitó en tu nombre.

Cholita, esa fue la última vez que me subí a una tarima con Punto XV. Me ha costado mucho volver a bailar sin tenerte como profesora. Estoy segura que es cuestión de tiempo, pero es que te pienso mucho cuando veo cualquier escuela de baile. Ha sido muy duro, pero te juro que he hecho todo lo que ha estado en mis manos para corresponderte con todo lo que tú me dejaste a mi. Ojalá desde el cielo hayas visto todo esto.

Me caso en pocos meses Xio, con un hombre maravilloso que me enamoró de pies a cabeza. Me da tristeza pensar que nunca lo conociste por completo, pero estoy segura que te hubiera caído buenísimo –y hasta te hubiera presentado a un amigo hahahaha-. No quería despedirme sin decirte que me hubiera encantado que formaras parte de mi cortejo. No sabes lo feliz que me hubiera hecho que me acompañaras el día más importante de mi vida. Conociéndote, me hubieras ayudado en todos los preparativos y hasta hubieras organizado un flashmob sorpresa.

Bueno amiga, no me acompañas más físicamente, pero te juro que te llevo en mi mente y corazón todos los días de mi vida. Nunca supe a ciencia cierta la razón de tu muerte y al final entendí que saberlo tampoco te iba a traer de vuelta, así que no insistí en saber. Tu partida me enseñó que la vida es bien corta y creo que ahora intento ser más feliz y disfrutar más el día a día. Sé que algún día Dios nos concederá el placer de reencontrarnos y allí te abrazaré de nuevo, como los viejos tiempos.

Tu amiga que te quiere y extraña
Cristi!